Fundación Marina Orth, joya académica

Texto y fotografías por: Juan Daniel Correa Salazar
Esta nota hace parte del Informe de Gestión 2021 de Compartamos con Colombia
Los invitamos a conocerlo en este vinculo: Informe de Gestión

 

Enclavado en las montañas antioqueñas se encuentra un tesoro, El Carmen de Viboral. Pueblo en donde se producen joyas, y se pulen diamantes. Las joyas son las vajillas – y la cerámica – que históricamente han hecho de este lugar un ícono en el mundo entero, tanto así que, como sucede con los productos de la más alta calidad, el sello de denominación de origen “El Carmen de Viboral” genera valor real y hace únicas a las maravillas fabricadas por sus habitantes. El reconocimiento no es gratuito. Se trata de verdaderas obras de arte.

Vajillas incrustadas en fachada de Carmen de Viboral, Antioquia

¿Y los diamantes?, “estos son los que encontramos en medio de las piedras”, dice Marina Orth, personalidad estadounidense muy querida en Antioquia, quien en 2005 creó la fundación que lleva su nombre. No se refiere precisamente a los materiales con los que se construyen platos, envases, floreros y hermosas artesanías. Los diamantes son los niños y jóvenes que se destacan en el panorama educativo de la región. Aquellos que, en últimas, le dan sentido a la fundación.

Estamos hablando de una organización madura – con 17 años de existencia – que a lo largo de este tiempo ha capacitado a más de 15,000 estudiantes, 600 maestros, y ha llegado a un número superior a 50 instituciones educativas. Además, ha entregado más de 7,500 computadores portátiles y otorgado 60 becas universitarias no sólo en El Carmen de Viboral, sino en Medellín y La Ceja, Antioquia, y en Nuquí, Chocó.

Aun así, habiendo consolidado su presencia y rango de acción, y contando con una reconocida trayectoria, en 2021 la fundación decidió participar en la Convocatoria para el Fortalecimiento de Organizaciones Sociales de Compartamos con Colombia. Interesante proceso que, si bien no cambió la esencia de la organización, fue fundamental para robustecer su estructura, afianzar su alcance y para que diera un paso adelante hacía su sostenibilidad.

Siempre supieron que su quehacer estaba ligado a la educación. No obstante, gracias al proceso de fortalecimiento, entendieron que quizás estaban abarcando demasiados campos y les faltaba enfocarse en los aspectos de real relevancia e interés para poder pasar de ser una entidad que practica la filantropía, a una organización sostenible en todos los sentidos. Incluyendo los aspectos sociales, ambientales y financieros. A raíz del trabajo con Compartamos con Colombia – que, en este caso específico, contó con el apoyo de sus firmas socias BCG, Estrategias Corporativas y PPU Legal – ahora tienen perspectivas más claras, entienden el porqué de su misión y, mejor aún, cuentan con las herramientas necesarias para saber cómo lograr las metas propuestas. Sobre todo, tienen un propósito claro. Este es simple y directo – sin dejar de ser ambicioso –: mejorar la educación formal en Colombia.

Niñas fabricando robots la ITI La Palma

“Es increíble, pero una de las cosas fundamentales que nos dejó este trabajo con Compartamos con Colombia fue ayudarnos a saber cuándo decir sí, y cuando decir no”, cuenta Paula Marín, directora ejecutiva de la fundación. El proceso les ayudó a descartar asuntos innecesarios y que les quitaban tiempo y recursos. Asimismo, afinaron objetivos y temáticas estratégicas. Sienten que antes el equipo de la fundación no contaba con la capacidad, que ahora tienen, de hablar el mismo lenguaje; de estar alineados hacia las metas que se han propuesto. Cuentan con una hoja de ruta viable, y con estrategia y visión a largo plazo.

Debido a la pandemia, el proceso se llevó a cabo de forma virtual. Aprovecharon el tiempo en el que incluso muchos de sus beneficiarios no pudieron educarse, para fortalecerse. Como predican, aplican. En los diversos niveles académicos, se han enfocado en programas de tecnología, robótica y, de manera especial, en educación STEM (Science Technology Engineering Mathematics, por sus siglas en inglés, o Ciencias Tecnología Ingeniería y Matemáticas). Otro de los asuntos que han desarrollado con mayor prominencia es la enseñanza del idioma inglés, en muchos casos con la participación de profesores y voluntarios extranjeros que, con la guía y el apoyo de la Fundación Marina Orth, vienen al país a compartir sus conocimientos. A lo que se suma toda una línea de educación vocacional la cual busca que niños y jóvenes desarrollen competencias, y obtengan experiencia, para enfrentarse con mejores herramientas al mundo laboral.  Ello, sin descuidar el contexto en el que operan.

Maya Atwater Vrechek en clase de inglés con los estudiantes de la IER Nuevo Horizonte

En esta ocasión en El Carmén de Viboral, tesoro de la cerámica en nuestro país. En este lugar tan especial, los estudiantes utilizan las enseñanzas aprendidas para mejorar las condiciones de vida, y resolver problemas propios del entorno. De esta forma, los diamantes hacen que las joyas reluzcan con mayor resplandor.

La fundación Marina Orth quiere ser un referente a nivel nacional, lo tiene claro, y hacia allá camina. Ya lo es, con más verás aún después del proceso de fortalecimiento con Compartamos con Colombia.

Se feliz, con una buena taza de Carmen de Viboral

Vean la galería de fotos completa en este vínculo: Joyas y Diamantes de Carmen de Viboral, Antioquia

La mejor de las noticias es que la convocatoria está abierta este año. Gran oportunidad para seguir acelerando el desarrollo sostenible de Colombia. Conozcan todo sobre el proceso aquí: Convocatoria para el Fortalecimiento de Organizaciones Sociales 2023.

Más información:
Juan Daniel Correa Salazar
Gerente de Comunicaciones y Mercadeo
Compartamos con Colombia
Celular: +57 3102132842
Teléfono:  +57 (601) 7428718
Correo electrónico: comunicaciones@compartamos.org


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