En un momento donde el progreso social a nivel global ha empezado a reducirse, el rol de las organizaciones sin ánimo de lucro de buscar mejorar la calidad de vida de la sociedad en áreas como la educación, la salud, la sostenibilidad, el medio ambiente y la justicia social, cobra mayor relevancia. Este tipo de organizaciones, además, fomentan la colaboración y la acción colectiva e impulsan transformaciones en las condiciones de vida de las personas, contribuyendo al progreso social de los entornos en los que operan.
A pesar de su indudable relevancia, las organizaciones sin ánimo de lucro se enfrentan a retos que afectan su viabilidad en el mediano y largo plazo. Algunos de estos retos incluyen2:
- Competencia por recursos: cada vez más hay organizaciones trabajando por causas sociales y ambientales, por lo cual deben competir más por los recursos.
- Medir y comunicar el impacto: los financiadores están requiriendo a las organizaciones demostrar su habilidad para alcanzar resultados y generar impacto.
- Atraer y retener el talento humano: contar con talento que tenga habilidades para potenciar las causas de cada organización, contar con una marca empleadora y reducir las altas tasas de rotación.
- Demostrar su compromiso con la transparencia: generar confianza y credibilidad para demostrar que son administradoras responsables y confiables de los recursos que reciben y que generan el impacto positivo que se proponen.
- Tener planes de sucesión: asegurar que exista un plan de sucesión en todos los niveles de la organización para permitir cambios en los liderazgos.
- Crear alianzas: encontrar empresas, gobiernos y otras organizaciones para aprovechar sus respectivas fortalezas, conectar con nuevas redes y expertos, y ampliar el impacto.
Ante estos retos, la gestión desde un enfoque de sostenibilidad puede ser una de las claves para darles solución y sentar las bases del futuro de las organizaciones sin ánimo de lucro.
La gestión desde un enfoque de sostenibilidad es un proceso estratégico y continuo que integra las dimensiones ambiental, social y económica en las decisiones y operaciones de las organizaciones. Esto implica considerar el impacto a largo plazo de las actividades de la organización en el planeta, las personas y las comunidades en las que opera.
Desde este enfoque, herramientas como el análisis de materialidad y el desarrollo de reportes de gestión usando criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza, por sus siglas en inglés) alineados con estándares de reporte y marcos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pueden fortalecer la gestión, con miras a la viabilidad y el impacto a largo plazo. Al comprometerse a gestionar aspectos ESG estas organizaciones pueden alinear mejor sus actividades operativas con su misión, cumplir con las expectativas de los grupos de interés y atraer y retener talento. Además, la gestión desde este enfoque mejora la reputación, facilita el acceso a financiación diversa y asegura el cumplimiento legal y regulatorio.
Conoce aquí cómo puede verse la gestión de la sostenibilidad en una organización sin ánimo de lucro
Hablemos en comunicaciones@compartamos.org y comencemos un camino hacia el fortalecimiento y la sostenibilidad.